El mercado global de biometría de voz crecerá de 1.840 millones de dólares, en 2020 a 4.410 millones en 2026, según datos de Market Data Forecast. “Queremos democratizar la seguridad” afirma Liliana Carreño, presidente de Axede, una empresa colombiana cuyos orígenes se remontan a la telefonía (ITT y Alcatel), pero que en los últimos años se transformó, de la mano de tecnologías como la Inteligencia Artificial y la biometría, pero agregando un sabor local. Fruto de esta transformación nació una plataforma de seguridad llamada Biometrix, que es más asequible para todos al tener como protagonista la voz. ¿Las razones para este enfoque? Su confiabilidad de más del 99 por ciento, y su accesibilidad, dado que no requiere de dispositivos costosos para ser empleada. “Se puede usar este sistema de reconocimiento desde cualquier teléfono móvil básico” agrega Carreño.
Carreño advierte que la biometría de voz tiene una ventaja gigante versus las biometrías facial y documental, que exigen disponer de un dispositivo tecnológicamente complejo, con cámara fotográfica y unas condiciones especiales que garanticen que la toma de la foto del rostro o del documento sea absolutamente legible y válido. “La voz no tiene esos problemas”, dice la ejecutiva.
Por razones como esta, la biometría de voz es conveniente para ser utilizada en cualquier región del país, incluidas las zonas alejadas de los centros urbanos, facilitando el acceso a plataformas educativas, bancarias, de salud o educación. El secreto se basa en crear huellas de voz que sirven como llaves para autenticar a los usuarios.
De activos y huellas
La forma como opera la biometría de voz se divide en dos grandes segmentos: uno pasivo y otro activo. La biometría pasiva “consiste en que mientras estamos hablando, el sistema va registrando la voz, los tonos, el timbre, sus diferentes características y crea una huella única para cada usuario” explica Carreño. La biometría activa, por otra parte, utiliza una frase secreta sobre la cual se creará una huella de voz y que servirá como contraseña sonora. Por supuesto, esta huella también tendrá en cuenta variables como el timbre, el tono de voz y el comportamiento del usuario.
Axede ofrece un valor agregado en su plataforma: las huellas de voz quedan grabadas “on premise”, en las instalaciones de los clientes, por lo que sus clientes no estarán atados a planes en la nube, donde les cobrarían por el acceso a los registros.
Antecedentes y Covid-19
Biometrix es el resultado de una transformación digital y cultural que esta empresa tuvo desde 2018, cuando decidió enfocarse en nuevos productos a partir del área de investigación, desarrollo e innovación. Fruto de esta decisión estratégica, la compañía invirtió cerca de tres mil millones de pesos en el desarrollo de nuevos productos que los hicieron merecedores a distinciones de innovación. Las innovaciones incluyeron plataformas para mesas de dinero y tótems biométricos para la detección de enfermedades.
Por ejemplo, con la llegada del covid-19, tan traumático para la economía, Axede desarrolló Tempix, una solución que mediante sensores térmicos toma la temperatura de las personas al tiempo que utiliza Inteligencia Artificial para lectura de pasaportes, cédulas, tarjetas de identidad, documentos de extranjería y otros documento, al momento del registro de entrada de cada persona en edificios y centros comerciales.
Carreño admite que a pesar de los logros obtenidos a veces han tenido que vencer varios retos: “tenemos una condición como colombianos y es nos cuesta trabajo reconocer la innovación del colombiano. A veces preferimos salir y comprar lo que alguien hizo fuera del país”.
