La necesidad de poner límites al avance de la inteligencia artificial urge a organismos tan importantes como la Organización de las Naciones Unidas
La inteligencia artificial avanza a pasos agigantados. Atrás quedaron las supuestas moratorias de seis meses para su desarrollo que pedían grandes personalidades de la cultura y la tecnología, avaladas por grandes personalidades como el escritor Yuval Noah Harari o el mismísimo Elon Musk. Parece que durante esta primera mitad del año los miedos se han ido asentando y se han tomado medidas al respecto.
Sin embargo, la cautela continúa en el centro del debate. Es así como el secretario general de la ONU, António Guterres, solicitó que la IA fuera gobernada por medio de una entidad que dependa de la ONU misma, a lo cual ya se había referido en comparecencias anteriores.
Hace unos días, en una comparecencia ante el Consejo de Seguridad, la autoridad de la organización, que regula varios aspectos decisivos en la evolución y la deriva de la sociedad mundial, hizo un paralelo entre las entidades que ya existen en distintas industrias que han sido protagonistas del avance de la humanidad —como el Panel Intergubernamental del Cambio Climático, la Organización Internacional de Energía Atómica o la Organización de Aviación Civil— comparándolas con la posibilidad de crear una nueva entidad para “controlar” la IA.
Para Guterres, según informó 24 Horas en Chile, esta nueva organización que dependería de la ONU podría estar integrada por expertos y científicos independientes que lleven la innovación en el campo de la IA, así como al sector privado y a la sociedad civil.
En su discurso, el secretario general también hizo otra comparación. Habló de cómo la imprenta, en su época, había tardado 50 años en extenderse a lo largo del territorio europeo, un tiempo que en el caso de la inteligencia artificial se redujo a solo un par de meses, transcurso en el cual ha sumado 100 millones de usuarios. Su temor está fundado en que el comportamiento de los distintos actores de este salto tecnológico, y aseveró que incluso sus creadores están confundidos al respecto. “Ni sus propios diseñadores tienen idea de adónde puede llegar este asombroso descubrimiento”, afirmó.
Con el fin de apoyar su iniciativa, el también ingeniero físico y profesor portugués habló en la ocasión de que ya había nombrado a un “consejo consultivo de alto nivel”, que antes de que termine el 2023 le presentará las opciones que existen para la “gobernanza global de la inteligencia artificial”.
Su preocupación se basa en que la evolución misma de la IA y su desarrollo no van de la mano con el conocimiento profundo sobre esta que se tiene a nivel público y gubernamental. “Seamos claros: hay una enorme brecha de conocimiento en los Gobiernos y otras estructuras de administración y seguridad que deben abordarse a niveles nacionales y globales”, declaró.
Sin embargo, no todos son desventajas para la autoridad de la ONU. De igual forma, se mostró consciente de cómo la IA significa un desarrollo potencial de la sociedad en muchos campos importantes, como el área médica o los derechos humanos.
