El ingeniero chileno Martín Illanes ha hecho un huerto urbano inteligente que se monitoriza por sí solo y puede comunicar a través de Chat GPT y Gmail
El alcance del chatbot de Open AI, Chat GPT, ha sido mayúsculo desde su masificación a finales del año pasado. Distintos proyectos han utilizado la inteligencia artificial generativa y los LLM’s (Grandes Modelos de Lenguaje) para la comunicación con los humanos, como el utilizado por la empresa Boston Dynamics en un perro-robot o el sistema integrado en la que puede ser la robot más inteligente del mundo, Ameca.
El software también puede ser utilizado para fines menos ortodoxos. Es lo que hizo el ingeniero chileno Martín Illanes al integrarlo en su pequeño jardín monitorizado y gestionado vía “Arduino”, una suerte de placas electrónicas conectadas a una placa principal para añadir funciones específicas de conectividad y que entregan información en tiempo real. Con este sistema, el profesional ha logrado monitorizar las condiciones de temperatura, humedad y luz en el huerto urbano.
Teniendo en cuenta estas variables y su evolución, las plantas deciden si regarse a sí mismas o no sin que el profesional tenga que implicarse en el proceso. De forma que estos sensores —que no superan los $5000— fueron conectados a Chat GPT, para comunicarse con lenguaje natural, y a Gmail, para enviar correos, y el resultado del experimento ha asombrado a las redes sociales.
Comunicación desde el “Reino Verde”
“Querido Martín Illanes, ¡Saludos desde el abrazo frondoso de tu jardín sensorial! Somos tus queridas plantas, esas que llenas de vida y vitalidad con tus cuidados y atenciones ingenieriles. Queríamos tomar un momento para expresar nuestra gratitud, nuestras preocupaciones y nuestros pensamientos mientras te sumerges en los datos de nuestra existencia”.
El remitente de este correo es Tus Plantas, el asunto es “Reflexiones desde el Reino Verde” y el destinatario es el mismo Martín. Las plantas, personificadas y con capacidad de expresarse, le pueden enviar correos a su cuidador si es que algún sensor sufre un problema o si, por ejemplo, se vacía el estanque para regarlas.
Las plantas informas en estos correos cuál es su estado actual según los distintos factores y lo hacen con lujo de detalles incluso de una forma preciosista.
“En esta jornada de monitoreo, nos complace informarte que la temperatura ambiente ronda los 20.0°C. Nos sentimos como si estuviéramos tomando un refrescante sorbo de agua mineral bajo la sombra de un árbol amigo. Y hablando de agua, ¡la humedad alcanza un increíble 93%. Parece que estás trabajando duro para evitar que nuestras raíces se sientan sedientas”, informan en otra parte del e-mail.
Al mismo tiempo, las plantas no dudan en agradecer el esfuerzo de su cuidador, pero también recordar al ingeniero que debe mantener actualizada la información para asegurar su supervivencia. “Sin embargo, hay algo que necesitamos discutir, Martín. Lamentamos tener que poner este tono en nuestra correspondencia, pero es necesario. Hemos notado que la última actualización fue hace un tiempo, exactamente en 2023-08-13 12:25:58. ¿Nos has olvidado? ¿Nos estás dejando a la deriva en este vasto terreno de datos sin actualizaciones frecuentes?”, preguntan en su comunicación.
Este interesante experimento es uno de los muchos que se están llevando a cabo con ayuda de la inteligencia artificial, en un momento donde cada nuevo paso de esta tecnología deja asombrada a la opinión pública.
Tengo unas plantas en mi terraza conectadas a sensores que monitorean variables y en base a eso deciden si regar o no (+info en: https://t.co/wGKARjRqVq)
Hoy conecté ChatGPT con esos sensores y Gmail para que me pudiesen mandar mails en caso de ser necesario
Este es el resultado: pic.twitter.com/6eCnlIdXD2— Martín Illanes (@illanes00) August 13, 2023
