La IA puede tener fines ventajosos que aporten avances a la humanidad y el entendimiento entre personas, pero en otros lugares puede tener usos controversiales
Esta tecnología que está en boca de todos puede tener muchos usos y está transformando varias industrias, como la medicina, la minería, el periodismo y la informática, entre otras. Sus usos son diversos y muchas veces las aplicaciones que tengan dependen de quienes ostenten el poder.
A pesar de las ventajas que ofrece la IA, algunos gobiernos pueden utilizarlas a su favor. Es lo que está pasando en Teherán, capital de la República Islámica de Irán. A través de la detección facial precisa que otorga el desarrollo de la tecnología, la vida de las mujeres está cambiando en un país que convulsiona hace años debido a manifestaciones y eventos afines.
Así, en un polémico salto de desarrollo que se da en la intersección entre tecnología y derechos humanos, las autoridades la capital iraní han implementado un uso inusual de la inteligencia artificial (IA). Utilizan sistemas de reconocimiento facial a través de cámaras de vigilancia para identificar a las mujeres que no cumplen con la normativa del uso obligatorio del velo islámico, conocido como hijab.
Este movimiento surge como una respuesta a las mujeres iraníes que han abogado activamente contra las leyes discriminatorias y el código de vestimenta. Sin embargo, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para controlar esta situación, recurriendo a la tecnología de reconocimiento facial para llevar a cabo esta tarea de manera más efectiva.
La IA empleada aquí implica un análisis detallado de los rasgos faciales de las personas y su comparación con una base de datos biométricos que incluye huellas dactilares e información de iris. Aunque este enfoque tecnológico plantea cuestiones éticas significativas, las autoridades de Teherán han endurecido las sanciones para quienes eluden esta tecnología, incluyendo penas de prisión y multas sustanciales. Esto ha agravado este delicado tema y ha llamado la atención de la opinión pública.
“Los expertos de la ONU sostienen que tanto la nueva ley como las restricciones existentes son inherentemente discriminatorias. La utilización de la ‘moral pública’ como arma para negar a las mujeres y las niñas su libertad de expresión es profundamente desempoderadora”, señala CNN de acuerdo 20 minutos.
La comunidad internacional y los expertos de las Naciones Unidas han expresado su preocupación, calificando estas medidas como inherentemente discriminatorias y limitadoras de la libertad de expresión de las mujeres iraníes.
La controversia en torno al uso de la IA para controlar el cumplimiento de leyes de vestimenta resalta la compleja relación entre la tecnología y los derechos humanos, lo que se une a la batalla para combatir los sesgos que puede tener esta tecnología que desde el año pasado no deja de crecer.
