En un panorama donde la inteligencia artificial sigue su evolución sin una regulación global definida, 18 países, entre ellos Estados Unidos, el Reino Unido y Chile han firmado un hito histórico al establecer directrices para el desarrollo seguro de sistemas de inteligencia artificial.
En un paso más hacia la regulación de la inteligencia artificial (IA), 18 países, incluyendo a Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Chile y otros, han firmado un conjunto de directrices para el desarrollo seguro de sistemas de IA.
Este histórico acuerdo, que marca la primera iniciativa internacional de su tipo, tiene como objetivo fundamental garantizar que los sistemas de IA sean “seguros por diseño”. Llama la atención que a pesar de las buenas intenciones, España (como país de habla hispana), al igual que en anteriores esfuerzos, no forma parte de esta alianza.
De acuerdo a informaciones de Xataka, las divergencias en las posturas respecto a la regulación de la IA entre la Unión Europea y Estados Unidos son evidentes. Mientras la UE propone medidas más restrictivas con su proyecto de AI Act, Estados Unidos aboga por un enfoque más flexible. A finales de octubre, el G7 presentó un código de conducta para el desarrollo de modelos de IA, una medida que carece de sanciones y leyes específicas. En ese caso, nuevamente España se encontraba fuera de la mesa de decisiones.
Este último acuerdo va más allá, con firmas de agencias clave de seguridad y ciberseguridad, como la NSA y el FBI de Estados Unidos, y la NCSC del Reino Unido. Aunque se describe como un compromiso para proteger a los usuarios de actores maliciosos, es esencial destacar que las directrices del documento “Directrices para el desarrollo seguro de sistemas de IA” son solo recomendaciones, y no regulaciones vinculantes.
Entre los consejos, se enfatiza la necesidad de un diseño seguro desde la fase inicial, pero hay notables lagunas, comenta el mismo medio español, como la falta de abordar los usos apropiados de la IA y la procedencia de los datos utilizados en el entrenamiento de modelos.
Sin embargo, el desafío persiste. A pesar de estos acuerdos y recomendaciones, que no son obligatorios, no se vislumbra una regulación global de la IA que incluya todos los países del mundo, en un momento donde Open AI, una de las empresas más importantes que han liderado el desarrollo en esta tecnología, vive un cataclismo del que está hablando todo el mundo.
Mientras tanto, la Unión Europea con su AI Act lidera el camino hacia la creación de leyes que rijan el desarrollo y uso de modelos de esta tecnología que está cambiando las leyes y el universo de la tecnología.
