Sam Altman, CEO de OpenAI, busca transformar la industria de semiconductores para la inteligencia artificial, desafiando la dominancia de NVIDIA, de la que prácticamente depende hoy en día
En el vertiginoso avance de la inteligencia artificial, y frente a todos los pronósticos, NVIDIA ha surgido como un claro líder. ¿Por qué? ¿Y cómo?, se preguntaría cualquiera que no esté muy al tanto del sector tecnológico. Y la respuesta es fácil: porque la empresa con sede en Santa Clara, California, suministra GPUs cruciales para el entrenamiento de modelos de IA.
Sin embargo, Sam Altman, CEO de OpenAI, está dando pasos estratégicos para desafiar este dominio. Según informa Bloomberg, y replica el medio español online Xataka, Altman se encuentra en conversaciones activas con posibles aliados e inversores para materializar un proyecto ambicioso: la creación de una red de fábricas de chips de IA, requeridos para programas como Chat GPT y Dall-E. Esta iniciativa, aún en su fase inicial, ya ha involucrado discusiones con actores significativos de la industria.
El objetivo principal de Altman es asegurar financiamiento sustancial para la creación de plantas de fabricación de semiconductores dedicadas a chips de IA. Informes de Bloomberg indican que Altman tiene como objetivo recaudar miles de millones de dólares, habiendo participado en conversaciones con figuras influyentes y grandes compañías dentro del sector tecnológico. El proyecto propuesto contempla la colaboración con importantes fabricantes de chips, con la intención de establecer una red global de instalaciones de semiconductores.
Mientras que los detalles sobre los planes de Altman aún no se han revelado por completo, las recientes revelaciones de Financial Times arrojan luz sobre el enfoque central de su iniciativa. La publicación sugiere que Altman trabaja estratégicamente para lanzar una nueva empresa de chips. El propósito de esta empresa sería desarrollar semiconductores diseñados específicamente para crear y entrenar modelos de IA, con OpenAI posicionada como su cliente principal.
La pregunta sobre los interlocutores de Altman agrega una dimensión intrigante a la tramaen desarrollo. Si bien los detalles son elusivos, informes de Bloomberg, Reuters y Financial Times mencionan a SoftBank Group Corp, un conglomerado de inversión japonés, y G42, un holding de desarrollo de IA con sede en Abu Dhabi que previamente ha acordado con Microsoft y OpenAI.
Se rumorea que las conversaciones con G42 giran en torno a un objetivo de recaudación que oscila entre 8 y 10 mil millones de dólares. Financial Times ha cumplido el rol de revelar la comunicación de Altman con inversores y fabricantes en Medio Oriente, destacando específicamente las discusiones con TSMC, un importante fabricante taiwanés de semiconductores.
Los movimientos estratégicos de Altman llegan en un momento crucial, tanto dentro de la industria tecnológica como en OpenAI. Esto porque en noviembre, la compañía conocida sobre todo por Chat GPT experimentó convulsiones internas, lo que resultó en la remoción temporal de Altman como CEO, una decisión que luego fue revertida, reinstalándolo como líder de la empresa.
A nivel global, los esfuerzos de Altman coinciden con una fase que es definitiva en el desarrollo de modelos de IA, coincidiendo con una demanda sin precedentes de los chips que impulsan estos modelos.
Las conversaciones de Altman con posibles inversores y fabricantes de chips reflejan un intento de satisfacer las crecientes necesidades de semiconductores de OpenAI, al tiempo que mitiga la dependencia actual de NVIDIA.
