A raíz de la violación de la normativa de protección de datos, Italia fue el primer país en prohibirlo, a la vez que otros ya la han censurado y en Europa se empieza a hablar del tema
Decir Chat GPT hoy es hablar de inteligencia artificial generativa. Este prototipo de chatbot desarrollado por Open AI, cuya primera versión fue lanzada el 30 de noviembre de 2022, ha acaparado portadas de diversos medios debido a su novedad y su fácil acceso.
Como era de esperar, con la masificación de una herramienta de este calibre, en la que solo hace falta mantener una conversación y hacer preguntas, ahora vienen los miedos y los resabios. No por nada personalidades del mundo tech e intelectuales han pedido regular el desarrollo y por consiguiente detener los experimentos asociados a la IA durante seis meses. Steve Wozniak, fundador de Apple, y Elon Musk, de Tesla y SpaceX, además de escritores como Yuval Noah Harari, autor del best saller Homo Sapiens, son algunas de estas voces.
Pero esta deriva no ha acabado aquí. El 31 de marzo, Roma bloqueó a la IA hasta que la compañía estadounidense responsable de Chat GPT pueda demostrar que la normativa de privacidad en la recolección y el almacenamiento de datos se cumple, un aspecto que resulta esencial para los países europeos en lo referente a la GDPR (en español, Reglamento General de Protección de Datos). Así, esta fase es imprescindible en el “entrenamiento” que debe hacer la aplicación para ir aprendiendo y dando respuestas. A esto se suma el recelo a partir de la ausencia de filtro de edad en el acceso.
Desde la fecha de la prohibición, la empresa norteamericana tiene veinte días para dar una respuesta o se arriesga a una multa de 20 millones de euros. Para defenderse, hasta el momento ha comunicado que el objetivo es reunir información sobre el mundo y que la inteligencia aprenda sobre él, no sobre personas particulares.
Otros países
Aunque el veto a Chat GPT en el país occidental es la que más llama la atención, hasta el momento hay otros cinco países más en los que no se puede usar la herramienta: Corea del Norte, China, Rusia e Irán.
En el caso de Corea del Norte, es el acceso a Internet y el continuo control de la población el origen de una prohibición esperable. Por otro lado, si bien China no ha censurado a Chat GPT en específico, sí está tomando medidas severas contra los chatbots en general, ya que se teme que puedan contribuir a la difusión de propaganda para desinformar, teniendo además en cuenta las leyes de censura. Como suele pasar en el ámbito tecnológico, también están desarrollando variantes locales que cumplan con los requisitos políticos internos.
La prohibición en Rusia es más contextual, ya que se espera que el chatbot y otras plataformas de IA generativa puedan influir en el conflicto con Occidente, afectando la percepción de la población si se utilizara a destajo.
Tanto en Irán como en Egipto el Chat GPT no está disponible, esto aunque el Gobierno del país africano esté considerando usarlo para abordar problemas urgentes del país, relativos a la información que es capaz de dar.
¿Qué pasará en Europa?
En Europa, Alemania está planteándoselo por las mismas razones que el país mediterráneo. Según Reuters, Irlanda y Francia se han comunicado con los reguladores de la GDPR en Italia para tener más información, sobre todo dado el interés en implicarse en el destino de la IA en sus respectivos países. Sin embargo, Jean Noël-Barrot, ministro para la Transición Digital de Francia, no cree que sea necesario prohibir Chat GPT.
Aunque la Agencia de Protección de Datos (AEPD) de España ha solicitado a la UE que se analice la implicancia en los datos personales, aún no hay ninguna acción encaminada a censurar la herramienta en este país.
La Unión Europea todavía tiene que esperar mínimo hasta 2025 para que la Ley de IA, que ya se desarrolla en los pasillos del organismo en Bruselas, se trabaje por completo y pueda aplicarse al fin según los preceptos que la conformen.
