La imitación de tareas creativas, como diseñar imágenes e incluso escribir, es una de las novedades de chatbots como Chat GPT
Chat GPT puede ser útil para todos tipo de profesiones. Abogados o jueces, como es el caso de este profesional colombiano que lo usó para un caso, profesores para personalizar las clases de sus alumnos o publicistas o creativos de cualquier tipo, entre muchos otros trabajos a los que el software puede serles de ayuda.
Incluso, estas aplicaciones pueden escribir por ti si les das unas cuantas especificaciones. Es lo que asombró al presentador de la CBS, Scott Pelley, quien visitó las oficinas de Google y quedó pasmado con el chatbot de Google, Bard, que resumió la biblia en una sola frase en latín o que completó el famoso relato de Ernest Hemingway (“A la venta zapatos de bebé sin uso”) aportando su propia inventiva: “Los zapatos fueron un regalo de mi esposa, pero nunca tuvimos un bebé”.
A la fecha, el chatbot de Open AI ya es autor o coautor de más de un centenar de eBooks que se venden en Amazon. De modo que académicos, traductores y escritores se muestran reticentes al uso de la inteligencia artificial para sustituir el trabajo artístico, sobre todo en cuanto a la experiencia de la escritura creativa, lo que ha generado una gran polémica respecto a la verdadera capacidad de estas inteligencias artificiales generativas para llevar a cabo tareas del estilo.
Pero incluso los Premios Nobel, las mentes más originales de la literatura, son permeables a la ayuda de la IA. En el aniversario número 65 de la revista china Shouhuo de Shanghái el escritor Mo Yan, Premio Nobel de Literatura 2012, hizo una declaración sorprendente, teniendo en cuenta que el autor El clan del sorgo rojo, su novela más conocida, ha tenido muchas ventas y ha sido traducido a varios idiomas.
El discurso con coautoría de Chat GPT
Según El Mundo, Mo Yan admitió haber tenido dificultades cuando quiso escribir el texto en honor al también autor Yu Hua, especializado en la Revolución Cultural del país asiático. Pero eso no fue lo más revelador: dijo haber utilizado Chat GPT tras darle instrucciones a un estudiante de doctorado para hacerlo, ya que estaba insatisfecho con lo escrito por él mismo.
Las palabras y expresiones que usó para crearlo fueron “vivir”, “extraer un diente” y “ciudad perdida”, palabras relacionadas con la biografía —el aludido tiene un pasado de odontólogo— y la creación literaria del autor de 63 años nacido en Hangzhou, una de cuyas obras más conocidas, editada por Seix Barral en España, tiene como título precisamente Vivir.
Al mismo tiempo, solicitó en su prompt que el discurso se inspirara en Shakespeare y tuviera más de 1000 palabras, una indicación que completó un texto y significa un antecedente claro en el debate sobre el uso de la tecnología en el área creativa.
