Las IA’s generativas se nutren de diversas fuentes de información y, a veces, al combinar estas fuentes entregan textos sin sentido
Con frecuencia, las profesiones ligadas a las humanidades han tenido menos mercado laboral y condiciones económicas distintas a las que poseen las carreras más ligadas al ámbito científico. Pero en esta época de inteligencias artificiales que prometen comunicarse mediante lenguaje natural, los poetas y escritores tienen su revancha.
Con la meta de “afinar” la información que entregan las máquinas y chatbots de IA, varias empresas tecnológicas de envergadura en Silicon Valley están contratándolos para entrenarlas de forma más precisa y darle un cariz de originalidad a sus respuestas. De esta forma, las bases de información con las que la inteligencia artificial aprenderá será a partir de fuentes de escritores que posean cierta calidad en su producción.
El objetivo también consiste en que las empresas que están llevando a cabo estas contrataciones puedan sobresalir ante sus competidores al incorporar competencias idóneas, como la escritura creativa, y además auténticas a los modelos de IA, así como también nuevos idiomas aparte del inglés que no son el vehículo de información más usual , como el japonés o el hindi, de acuerdo a DosDoce.
Algunas de estas compañías son desarrolladores de IA como Scale AI y Appen, las que se están fijando en profesionales “con años de experiencia en áreas literarias”, como consigna el medio Rest of the World. Estos tendrán la tarea de crear nuevos textos, pero también de supervisar la calidad actual de los que ya han sido generados por las inteligencias artificiales con las fuentes de información que se han utilizado para entrenarlas hasta el momento.
Un sprint más en la carrera
Tanto Scale AI como Appen tienen entre sus clientes a las big tech más importantes del mundo y que están haciendo historia con el desarrollo de la IA. Entre estas están Meta, Microsoft y Meta, que a medida que ha ido avanzando 2023 intentan ponerse en los primeros lugares en esta carrera tecnológica sin igual.
Sin embargo, algunas de estas empresas se defienden ante lo que parece un reemplazo incluso de la creatividad más propia de nuestra especie, diciendo que la inteligencia humana no será desplazada ya que se necesita para entrenar a estas máquinas, también en los aspectos éticos, y en lo relativo a los sesgos, por ejemplo). “Nuestro trabajo ha incluido y siempre incorporará humanos, ya que son cruciales para desarrollar una IA responsable, segura y precisa”, informaron en una declaración a Rest of the World.
Esta jugada prevé cómo se desarrollará el mundo de la IA en cuanto a su propio bagaje, ya que pronto no será suficiente con los textos ya publicados —cuyo uso como fuente que se ha tomado “sin permiso” por parte de las empresas de IA ya ha sido duramente criticado y ha encendido la polémica— o toda la información que se encuentra en Internet. Esto porque las fuentes deberán complementarse con información nueva, en este caso proveniente de la inventiva de escritores de ficción, poetas e incluso dramaturgos.
