El cofundador de Microsoft lanza dudas sobre el potencial de la tecnología GPT-5, sugiriendo un posible estancamiento en la evolución de la inteligencia artificial generativa. A pesar del reciente lanzamiento de GPT-4 Turbo por parte de OpenAI, una empresa que últimamente está protagonizando una espectacular teleserie, el referente tecnológico de los 90 predice que la siguiente iteración, GPT-5, podría no ofrecer avances significativos
La reciente presentación de GPT-4 Turbo por parte de OpenAI ha marcado un hito en la IA generativa, prometiendo una mejora sustancial en la capacidad de crear datos inéditos. Sin embargo, las palabras de Gates han generado especulación sobre el futuro de la tecnología.
Según informa el sitio web francés ContrePoint, en una entrevista con Handelsblatt el fundador de Microsoft expresó su preocupación, señalando un posible estancamiento en el avance de la IA generativa: “Hay razones para creer que la tecnología GPT está estancada. El salto de GPT-2 a GPT-4 fue increíble, pero no creo que GPT-5 sea mucho mejor”.
Gates atribuye este estancamiento al desafío persistente de trabajar con modelos de lenguaje grandes y costosos, que son difíciles de entrenar y requieren una potencia informática considerable. Estos obstáculos han mantenido los costos elevados para la industria actual.
Los buenos y malos usos de la IA según Gates
A pesar de sus dudas sobre el futuro inmediato de la tecnología GPT (cuyas siglas significan Generative Pretrained Transformer o transformadores generativos preentrenados), Gates sigue siendo optimista sobre el papel de la IA generativa en la mejora de la vida global. Destaca áreas como la salud, donde podría transformar el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, y la lucha contra el cambio climático, impulsando el desarrollo de energías renovables y la reducción de emisiones.
Sin embargo, el millonario estadounidense también destaca riesgos potenciales asociados con la IA, como su aplicación en el ámbito militar, el riesgo de uso malintencionado en el ámbito del terrorismo y la posibilidad de manipulación de la información.
En este contexto, Gates insta a la industria, los gobiernos y la sociedad en general a priorizar el desarrollo responsable y la ética de la inteligencia artificial, una reflexión que también se da a nivel nacional en Chile. Advierte que la conciencia de los riesgos potenciales y la implementación de mecanismos preventivos son esenciales para salvaguardar el uso adecuado de esta tecnología emergente.
