La explosión de las inteligencias artificiales ha generado herramientas no exentas de polémica
En el capítulo “Be Right Back” de Black Mirror, la protagonista pierde a su pareja en un accidente y una empresa le da la posibilidad de contactar con una réplica que recopila información y recrea su personalidad. Así, puede chatear con él y conversar como si realmente fuera él.
Estrenado hace más de diez años, el argumento de este episodio ya no parece tan lejano. Esto debido a la explosión de las inteligencias artificiales cuyos procedimientos se han propagado por varios sectores.
La génesis de la idea
En 2016, James Vlahos, CEO de Here After, recibió la noticia de que su padre tenía cáncer, así que, como haría cualquier familiar en una situación similar, recopiló su historia, los recuerdos de las etapas de su vida y sus gustos. Sin embargo, cuando ya estaba listo, se dio cuenta de que su invento era pasivo e inerte, ya que no podía interactuar con él. Así, se le ocurrió crear un chatbot llamado Dadbot. Era el inicio de su idea.
Here After es una aplicación que preserva las memorias de tu vida y las comparte, de modo que tus cercanos puedan acceder a estas historias y relatos sobre tu experiencia en cualquier momento. Sumado a esto, podrán tener una conversación virtual contigo “hoy, o algunos años en el futuro”, como promete la web de la herramienta.
Preservar el legado es algo que se ha hecho durante miles de años. Para ello existen los clásicos álbumes de fotos o incluso los libros. Así, la app oferta no solo tener a mano esos recuerdos, sino que la misma persona que los vivió los relate a través de su propia voz grabada con anterioridad. Todo por medio de una especie de avatar que almacena los datos, la información personal, las experiencias y anécdotas, además de la personalidad.
La polémica en la palestra
¿Estamos en un momento en que la tecnología ha impactado de tal forma a la sociedad que incluso nuestra percepción de la muerte ha cambiado? Esta aplicación que atraviesa esa línea entre los que están vivos y los que no sirve para responder fácilmente a esta pregunta.
Ya desde el inicio de las redes sociales, que a menudo inmortalizan los recuerdos de las personas fallecidas, el resultado de un solo sitio en donde pudieran visitarse esas memorias resultaba curioso y a la vez una posibilidad a la que generaciones anteriores no podían acceder. Los homenajes para saludar el cumpleaños en los muros y feeds de aquellos que ya no están es una práctica extendida.
Pero la app va más allá y ofrece un biógrafo virtual que hace las preguntas adecuadas para construir el entramado de la vida de una persona que guardará allí sus experiencias y que, en determinado momento, será capaz de almacenar tanto los testimonios a los que siempre recurría la persona, así como aquellos de los que no solía hablar en vida.
Si bien visitar a cualquier hora y en cualquier lugar los archivos y la recopilación vital de un ser querido que ya no está es un ejercicio satisfactorio e inofensivo en algunos casos, la app demuestra que la frontera entre la vida y la muerte es susceptible de diluirse cuando su representación virtual construida a través de la IA se expresa libremente y sin límites.
Por ahora, las inteligencias artificiales siguen aprendiendo y mejorando día a día, instalándose en todas las dimensiones de la vida pública y privada.
