Con alta capacidad de procesamiento, la IA ha incidido también en la seguridad en las carreteras
Un novedoso radar, integrado por la inteligencia artificial, se convierte en una auténtica pesadilla para los conductores que transitan las carreteras, según informa el medio francés Objeko. Este avanzado sistema de control utiliza la potencia de la IA para detectar cada infracción al Código de la Carretera y aplicar las sanciones correspondientes de manera precisa y automatizada.
En una era donde la tecnología transforma cada aspecto de nuestras vidas, la seguridad vial no queda exenta de esta revolución. Tras la icónica ‘voiture radar’, que prácticamente deja poca oportunidad de eludir una contravención, surge ahora un nuevo tipo de radar que podría pronto generar inquietud entre los usuarios de las vías en Francia. En la etapa de pruebas en Inglaterra, este radar ha logrado captar a 300 conductores infractores en tan solo tres días. Un número que rápidamente se elevó a 1000 en un plazo de 5 días. Este es un indicador innegable de su eficacia en la detección de infracciones.
Este revolucionario radar, desarrollado por la empresa Acusensus, ha revelado infracciones variadas en su corto período de prueba en Cornwall, en Gran Bretaña. Desde conductores que desatendían el uso de cinturones de seguridad hasta aquellos que manejaban distraídos con sus teléfonos móviles, el radar, respaldado por la potencia de la inteligencia artificial, ha demostrado ser un vigilante incansable y efectivo en la detección de comportamientos peligrosos en las carreteras.
Privacidad de los usuarios
Si bien la aplicación de la IA en la seguridad vial puede llevar a un mayor cumplimiento de las reglas y, por lo tanto, a una mayor seguridad, también ha generado debates sobre la privacidad de los conductores. Muchos consideran que este tipo de sistemas, aunque efectivos, también pueden ser interpretados como intrusivos en la vida privada de los automovilistas. Es un equilibrio delicado entre el imperativo de la seguridad vial y la protección de la privacidad individual.
El uso de tecnología de cámara para capturar imágenes de los vehículos y, posteriormente, la intervención de la inteligencia artificial para analizar estas imágenes y determinar posibles infracciones, demuestran cómo la sinergia entre la tecnología y la aplicación de la ley puede dar como resultado un enfoque más equitativo y preciso en la aplicación de sanciones. La policía en Cornwall ha adoptado este nuevo dispositivo, denominado Plus caméra que radar (“Más cámara que radar”), como parte de sus esfuerzos para garantizar una mayor seguridad en las carreteras.
Cómo funciona
El proceso es simple pero efectivo: la cámara capta las imágenes, la IA las analiza y la policía toma medidas en función de las infracciones detectadas. Los conductores cuyas acciones son consideradas en violación del Código de la Carretera pueden recibir cartas de advertencia o multas, según la gravedad de la infracción. Este sistema, en comparación con los radares de velocidad convencionales, se muestra más justo, ya que se enfoca en una variedad de comportamientos peligrosos en lugar de simplemente en la velocidad.
El jefe del departamento de seguridad vial de la policía de Cornwall destaca al medio galo: “Utilizamos esta tecnología para enviar un mensaje claro a cualquiera que aún use su teléfono mientras conduce: serás detectado”. Esta declaración refleja la firme determinación de las autoridades en hacer cumplir las reglas viales y garantizar la seguridad de todos los usuarios de las carreteras.
Aunque el comunicado de prensa no aborda directamente la rentabilidad de este sistema, es posible que su efectividad en la reducción de infracciones y en la mejora de la seguridad vial lo convierta en una opción viable para implementar en otras regiones, incluidas las carreteras francesas. La implementación exitosa de esta tecnología podría marcar un hito en la aplicación de la inteligencia artificial para la seguridad vial y ser un ejemplo para otros países, como Chile, demostrando su capacidad para revolucionar la forma en que mantenemos nuestras carreteras seguras en un mundo cada vez más interconectado.
