Científicos de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, desarrollaron un sistema que usa la inteligencia artificial para mostrar lo que hemos visto en el pasado por medio de lo que se refleja en las pupilas
La IA goza de múltiples aplicaciones, ya sea si se trata de dejar de fumar o de recordar a seres queridos que ya no están para hacerles un homenaje cotidiano al conversar con ellos (o su avatar). La comunión entre la tecnología y cómo puedan utilizarse sus herramientas en nuestra vida diaria es cada vez más significativa.
De cierta forma, los seres humanos dejamos registros, ya sea al escribir o simplemente en los recuerdos que se almacenan en nuestra memoria. Si tenemos en cuenta que siempre usamos el sentido de la vista, ¿cómo recurrir, por ejemplo, a lo que vemos todos los días, es decir, la primera fila en el teatro de nuestras experiencias personales? Mirando el reflejo del ojo, que es lo que hicieron investigadores de la Universidad de Maryland, ubicada en el estado homónimo en Estados Unidos.
Partiendo de esta idea como premisa, más próximos en su ambición a la imaginación que se desborda en libros, películas y series de ciencia ficción que a lo que somos capaces de concebir en la vida real, los científicos tuvieron una idea que puede revolucionarlo todo: reconstruir lo que puede ver una persona haciendo un análisis del reflejo del ojo, mediante las luces y las sombras generadas en este. El resultado es una imagen tridimensional que supera varios esfuerzos que se han dado en esta área, pero solamente considerando una imagen 2D panorámica.
¿Cómo se logra la magia?
El estudio que plantea esta técnica se llama “Ver el mundo a través de tus ojos”. El método consiste en analizar, mediante una inteligencia artificial, la luz que se refleja para hacer con esta un campo de radiancia neuronal o NeRF (por sus siglas en inglés).
Tradicionalmente, estos reconstruyen en 3D teniendo como base una secuencia de video, pero en este caso esta no es la fuente, sino que son los “fotogramas” que están en los ojos en movimiento. Esto hace que sea una técnica muy difícil de llevar a cabo, pero no imposible.
De partida, lo que hay que hacer en primer lugar es separar las capas de la imagen resultante y discriminar los reflejos, teniendo en cuenta lo complejo que es el ojo como órgano. Luego, se debe estimar en qué posición está la córnea. Debido a la complejidad inherente al método y los materiales con los que se puede trabajar, los encargados de la investigación se ayudaron con un algoritmo que se encarga de tareas como “refinar” la pose del ojo, entre otras.
Este método tiene diversas aplicaciones que pueden cambiar tanto la vida cotidiana como el entretenimiento y los avances que se den en el campo médico o incluso en la criminología. Así, mundo de los videojuegos, la forma de tratar a pacientes y enfermos o los crímenes difíciles de resolver pueden ser algunas de las áreas que cambiarán con esta novedosa técnica.
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