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Elon Musk crea una startup para competir con Open AI

Elon Musk crea una startup para competir con Open AI

El dueño de Twitter y Space X da vida a una startup que competirá con Open AI, empresa estadounidense responsable de Chat GPT y Dall-E 2

Además de significar una revolución tecnológica comparable al surgimiento de Internet o los mismos smartphones, la llegada de la inteligencia artificial no solo ha generado un cambio en la vida cotidiana, sino que también un terremoto en el mundo de las compañías tecnológicas.

Elon Musk, dueño actual de Twitter y de Space X, entre otras empresas relacionadas con la tecnología, sabe que quedarse de brazos cruzados no es una opción. Así mismo lo hicieron Microsoft al renovar Bing con esta tecnología y Google al lanzar Bard, compitiendo ambos con Chat GPT de Open AI.

Hace poco, el empresario firmó junto a intelectuales, científicos y expertos la petición para detener la investigación y el desarrollo de la IA durante seis meses. Hoy el panorama es muy distinto: está dispuesto a entrar también en combate creando X.AI, cuyo nombre es una referencia directa a la súperapp a la que en su momento llamó “la aplicación todo en uno” que dijo que lanzaría tras comprar Twitter en octubre del año pasado por más de 40 millones de dólares.

Los antecedentes

Todo este embrollo se parece a una teleserie, ya que en 2015 fue el mismo Musk el que formó parte de los fundadores de Open AI. La idea era que el diseño de Chat GPT estuviera pensado para ayudar a la humanidad y no para lucrar. Sin embargo, debido a conflictos de intereses relacionados con Tesla, otra de sus grandes compañías para la que contrataba expertos en IA, se apartó del asunto.

Después, Open AI quiso dejar atrás el objetivo del provecho económico para, acto seguido, incluir a Microsoft en su capital. Open AI y Sam Altman, empresario, programador y directivo ejecutivo, se convirtieron así en el foco de las críticas de Musk.

Conocido por sus quejas y tomar el protagonismo, el empresario sabe que su modelo de IA puede ser adquirido por empresas que lo necesiten para desarrollar nuevas aplicaciones, que además tendrá su propia firma si se trata de convicciones ideológicas. Buscará así que no sea “tibia” —o woke, como suelen calificar algunos sectores de Estados Unidos a aquellos que están alerta contra todo tipo de discriminación—, buscando garantizar una libertad de expresión que intenta poner en práctica con sus opiniones y declaraciones, sobre todo a través de sus tuits.

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¿Qué se sabe de la nueva startup?

Según Cafetech, medio francés, 10 000 GPU (o unidades de procesamiento gráfico) es la cantidad que el multimillonario ha pedido a Nvidia, otro gigante del sector, para el desarrollo de la startup y un aporte a Twitter y Tesla. Imprescindibles, estas GPU sirven para entrenar a las inteligencias artificiales de “último modelo”, lo que implica una gran inversión.

Al mismo tiempo, los recursos humanos son otro de los puntales de esta nueva empresa, algo en lo que el magnate suele poner mucha atención. Ha conseguido especialistas en el sector, sobre todo provenientes de DeepMind, compañía de inteligencia artificial de Inglaterra que fue adquirida en 2014 por Alhabet Inc. Esta es la empresa matriz de Google, conocida por haber desarrollado una IA capaz de vencer a los campeones del juego de estrategia Go.

Habiendo asegurado los pilares de X.AI, la colaboración de otras empresas en su poder es crucial. Twitter, por ejemplo, se encargará del entrenamiento necesario en el desarrollo de la IA; Tesla, por su parte, hará su trabajo en el cálculo informático.

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